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EL ENFOQUE DE LA INTERCULTURALIDAD
La interculturalidad representa un diálogo entre las culturas, un diálogo constituyente de un proceso social de comunicación que busca revalorar y reafirmar identidades, lenguas, costumbres, expresiones, simbologías y conocimientos de las diferentes culturas. Para el INDEPA, la interculturalidad establece una situación de respeto, de intercambio de saberes y experiencias. Se trata de un diálogo productivo entre los diferentes grupos étnicos, culturales, sociales y territoriales, en el que cada grupo apor ta y recibe de los otros. Enfoques complementarios a la interculturalidad incluyen el enfoque de desarrollo humano, el enfoque de derechos humanos y el enfoque territorial. En esta dirección, la interculturalidad se articula como método de intervención en función de un proyecto común elaborado desde pautas de igualdad, interaprendizaje, participación y manejo de conflictos. Este compromiso en el proyecto común contribuye al pleno sentido de la interculturalidad como eje operativo.
De este modo la práctica intercultural implica una estrategia de desarrollo: la explicitación e identificación consciente de los recursos culturales de cada pueblo, comunidad o sociedad. En todos los niveles, un enfoque intercultural puede implementar la convergencia de los distintos aportes para mejorar acciones desde una transversalidad de temas y conocimientos: patrimonio cultural, cosmovisiones, manifestaciones culturales en riesgo, tradiciones de oralidad, medio ambiente y biodiversidad, producción artesanal, cultivos agropecuarios, medicina tradicional, desarrollo local y formas de organización y manejo territorial entre otros. En efecto, los procesos y métodos de la interculturalidad instauran un espacio de representación e interlocución donde el "inter" es decisivo (García Canclini, 2006), invocando redes de trabajo, redes humanas y redes de conectividad e interacción para las culturas.
